¿Cómo ha sido la evolución del hosting en solo unas décadas?
¿Alguna vez te has parado a pensar el gran cambio que ha experimentado el sector del hosting en tan poco tiempo? Al igual que internet y otro tipo de servicios que parece que siempre han estado ahí, los servidores web apenas tienen unas cuantas décadas de vida. Y como en cualquier otro producto o servicio tecnológico en su corta vida la evolución del hosting ha experimentado un cambio brutal.
Para entender la evolución del alojamiento web hay que considerar tres aspectos clave: el aumento de la información que se genera diariamente, la mejora de la capacidad de almacenamiento y el nivel de procesamiento de la información.
Creando datos continuamente
En un solo minuto somos capaces de generar millones de datos, información que tiene que almacenarse en algún lado; generalmente en los servidores de las aplicaciones desde las que generamos esos nuevos datos (WhatsApp, Facebook, Twitter…). Unas cifras que cada año van en aumento y que son uno de los principales factores que impulsan la mejora de los servidores; tanto en términos de procesamiento de la información como de su almacenamiento. A mayor cantidad de información se requiere de mejores técnicas de procesamiento de los datos y de capacidad para almacenarlos. Conceptos muy ligados con la evolución del hosting.
Pero no toda la información que se genera proviene de redes sociales o aplicaciones web. Al crear un nuevo sitio web, una tienda online o publicar un nuevo artículo en nuestro blog también estamos creando datos. Información que se almacenará, en este caso, en el servidor contratado en algún proveedor de alojamiento web.
Más datos en menos espacio
De aquellos primeros ordenadores que medían metros, pesaban toneladas y requerían de días para ser trasladados, afortunadamente hemos pasado a potentes dispositivos que caben en la palma de la mano. Y es que, si tuviéramos que continuar almacenando información en aquellos primeros servidores web, no habría suficientes edificios para almacenar tanto ‘hierro’. Además de que el coste, tanto para el proveedor como para el usuario, sería muchísimo mayor.
Las primeras máquinas tenían unos cuantos megas de capacidad. Por lo que para almacenar grandes proyectos sería necesaria una enorme infraestructura. Edificios de grandes dimensiones en los que instalar, aproximadamente, un servidor por sala y donde incluso pequeños proyectos podrían requerir de más de un servidor. Actualmente, gracias a la innovación tecnológica que ha propiciado la evolución del hosting, es posible almacenar varios proyectos en un mismo servidor. Incluso podemos crear varios servidores dentro de la misma máquina. Y así, instalar cientos de servidores en una misma sala gracias a las técnicas de virtualización; sin tener que renunciar a la potencia o el rendimiento de los servidores.
Esta reducción de las dimensiones de los servidores y el crecimiento constante de su capacidad de almacenamiento ha facilitado el acceso a un servidor a cualquier persona. Ya que no es necesaria una gran inversión económica para contratar los recursos necesarios para iniciar cualquier tipo de proyecto, además de reducir el impacto ecológico. Al reducirse el tamaño de la máquina, se consume menor cantidad de electricidad para garantizar el funcionamiento de los servidores y para la climatización de la sala en la que se encuentran.
Garantizar el correcto funcionamiento
Para que toda esa nueva información se gestione de forma más eficiente, es necesario perfeccionar los sistemas. Haciendo que, por ejemplo, un servidor sea capaz de gestionar grandes cantidades de datos sin que repercuta en su funcionamiento. Por ejemplo, de esta forma se ha conseguido evitar que los picos de consumo de una máquina puedan dejar sin suministro eléctrico a toda una ciudad. Algo que ocurría en Filadelfia cuando el ENIAC, una de las primeras computadoras, entraba en funcionamiento.
Aunque, como todo, los servidores no son perfectos y pueden producirse fallos de hardware o software que puedan afectar al rendimiento o funcionamiento, actualmente cualquier tipo de problema puede solucionarse en apenas unos minutos. Por ejemplo, si en nuestras plataformas cloud se produjera una caída, automáticamente se levantaría otro nodo que devolvería la operatividad al servidor. Esto no hubiera sido posible sin la mejora en el procesamiento de datos y si no hubiera surgido la tecnología cloud. Si el alojamiento web aún dependiera de servidores físicos, las paradas del servidor serían más prolongadas al requerir de la intervención de un técnico para restaurar el servicio.
Del físico al cloud
Sin tener que remontarnos a los años 50 del siglo pasado, únicamente viajando hasta 2009 también podemos ver la evolución del hosting. Básicamente hablamos del paso de servidores físicos, totalmente dependientes de hardware; a servidores cloud que tienen la capacidad de abstraerse de la máquina para proporcionar un servicio que siempre está disponible.
En estos 10 años que Linube lleva ofreciendo todo tipo de servicios web hemos visto cómo cada vez la tecnología cloud cuenta con más adeptos. Una tecnología que echó a andar en 2007 pero que ha ido consolidándose con el paso de los años hasta convertirse en la mejor forma de crear una infraestructura a partir de servidores virtuales. Aunque en un primer momento hubo quienes se mostraron reacios a la tecnología cloud, acabaron rendidos a las ventajas de la nube. Y cada vez son más quienes se unen al fog computing, la versión más cercana de la nube.
Este cambio de actitud se debió principalmente a su precio, su capacidad de escalar los recursos, alta disponibilidad y redundancia, además de otorgar al usuario un control total del alojamiento. Factores que han propiciado que tanto pequeñas empresas como grandes compañías apuesten por la nube como infraestructura para sus proyectos.
Nuestra evolución del hosting
Desde que naciéramos un 8 de mayo de 2009, hemos ido adaptando nuestra oferta de servicios a las tendencias del mundo del hosting para ofrecer a nuestros clientes siempre lo mejor. Una oferta que en todos estos años ha ido desde sencillos planes de hosting a la creación de plataformas cloud en alta disponibilidad, pasando por servidores dedicados y VPS. Para acabar centrándonos en todo tipo de soluciones en la nube: Cloud Backup, Nextcloud, Planes de contingencia (DRS), además de administración de sistemas alojados en nuestra plataforma y también de servidores en otras plataformas como la nube de Amazon.
Trabajamos día a día por facilitarles las cosas a nuestros clientes. Desde hacer más fácil el reinicio o apagado de servidores o la gestión de la zona DNS de un dominio a incluir gráficas de monitorización de nuestros servidores administrados. Además de lanzar nuevos servicios como la Optimización de sitios web (WPO).