El tráfico de una web es, de forma simple, la cantidad de información que se puede enviar o recibir en un servidor o alojamiento compartido. Aquí se incluyen las visitas, el uso que se hace del servicio de correo o si se utiliza FTP para subir archivos a la web.
Cuanto mayor sea la cantidad de visitas que se recibe en una web, más será el tráfico que se consuma, ya que en cada uno de esos accesos a tu web es necesario descargar en el equipo del visitante una serie de elementos necesarios para visualizar la web. Por norma general, una web presencial consumirá una cantidad de tráfico menor a una tienda online y esta, a su vez, menos que un sitio que albergue vídeos.
Es posible estimar la cantidad de tráfico necesaria calculando el número de usuarios diarios, el número de páginas de la web y el tamaño de los archivos que estarán disponibles desde la web. Para simplificar esta tarea todos nuestros planes cloud cuentan con una cantidad de tráfico acorde al resto de recursos del servidor, de forma que no sea necesario tener que hacer cálculos. Además, hay que tener en cuenta que es muy complicado saber exactamente el tráfico que se consumirá, ya que no es posible prever el número de visitas o si determinados bots aparecerán por la web o cuántas veces podrían hacerlo. Igualmente, no consumirá tanto tráfico un usuario recurrente que ya tiene almacenadas las imágenes de la web en la caché de su equipo, que alguien que accede por primera vez.
En el caso de los planes cloud, antes de que se exceda la cantidad de tráfico asignada al plan, el sistema enviará una notificación advirtiendo de que se está próximo a consumir el tráfico contratado. Cuando se haya superado dicha cantidad, el sistema enviará un aviso diario de que se ha superado la capacidad contratada, pero el servidor continuará activo igualmente. Simplemente, se facturará ese exceso en el mes siguiente, ya que el tráfico es un valor que se renueva cada primer día del mes.