El primer sistema ecommerce permitió realizar un pedido a través de una TV
Al día se realizan en el mundo miles y miles de compras online, lo que muy pocos saben es que la primera persona que consiguió realizar una compra online fue una señora inglesa. Jane Snowball consiguió hace más de 35 años realizar un pedido a Tesco a través del primer sistema e-commerce de la historia. Una compra para la que no se utilizó ningún ordenador sino la televisión instalada en la salita de la mujer.
Videotex, el primer sistema e-commerce
Un día cualquiera de 1979 cuando Michael Aldrich, un inventor inglés, se encontraba paseando con su mujer pensó que sería una buena idea crear un sistema que le librara de tener que ir hasta el supermercado. Aquella falta de ganas por ir a hacer la compra se materializó en Videotex, el primer sistema de e-commerce de la historia.
La peculiaridad de este sistema es que no dependía de un ordenador, sino de una televisión. Tengamos en cuenta que, en aquel momento, ni los ordenadores domésticos ni internet, ni siquiera la web, se habían popularizado aún. De ahí que Aldrich optara por investigar con lo que tenía más a mano. Durante sus primeros años Videotex fue utilizado por algunas empresas para hacer negocios a distancia, pero no fue hasta 1984 cuando el primer sistema e-commerce llegó al usuario general.
Aquel año el ayuntamiento de Gateshead estaba experimentando con una iniciativa para personas mayores o con problemas de movilidad. La idea era permitirles hacer algunas de sus tareas diarias, como ir al supermercado, sin tener que salir de sus casas. Para ello, el sistema de Aldrich era perfecto. Una televisión que había sido modificada para realizar pedidos en tiempo real a través de un sistema de estética similar al Teletexto.
Un funcionamiento peculiar
A pesar de que no puede ser considerada como la primera compra online, puesto que el pedido se pagó en metálico, no cabe duda de que la compra realizada por Jane Snowball fue algo sin precedentes. La mujer solo tuvo que dejar de ver durante unos minutos su serie favorita para realizar su pedido desde su televisión. Un aparato al que se le había instalado un chip que a través del botón ‘phone’ del mando a distancia mostraba un directorio de supermercados locales. De entre esa pequeña lista de comercios era posible escoger entre más de mil productos. El pedido se enviaba a través de la línea de teléfono y se pagaba en metálico cuando se recibía en el domicilio.
Este sistema permitía transformar en un ordenador cualquier televisión estableciendo una conexión directa entre el televisor y la tienda. Pese a que se trataba de una buena idea, apenas tuvo éxito porque requería de una gran inversión para el poco uso y beneficio económico que reportaba. Además de que, para cuando otros ayuntamientos fueron a implantarlo, internet ya había llegado a nuestras vidas. Después llegarían eBay, Amazon y todos los demás para convertir al e-commerce en un canal de venta masivo.
Tres décadas de e-commerce
Llevamos más de 30 años comprando a distancia de una forma u otra. Y, muy posiblemente, sin el invento de Michael Aldrich y su primer sistema e-commerce, el comercio electrónico que conocemos actualmente no sería igual. La idea de un adelantado a su tiempo que demostró que podíamos hacer casi cualquier cosa desde el sofá, incluso la compra diaria.
Con el paso de los años Aldrich trabajó para el gobierno de Margaret Tatcher, Tesco se convirtió en una de las primeras tiendas online y la señora que realizó el primer pedido fue reconocida por su papel en la iniciativa. El único problema de todo aquello es que apenas se conservan registros. En ese momento no se consideró que el primer pedido realizado a través de un sistema e-commerce fuera a ser trascendente. Eso y que fue necesaria una década hasta que los comercios se dieron cuenta del enorme potencial de aquel experimento.