¿Aún no utilizas un software de control de versiones para contar siempre con una copia del código fuente de tu web? De esta forma, en caso de que borres algún fichero o realices modificaciones que afecten al funcionamiento de tu sitio web, la situación estará bajo control. Gracias a herramientas como Git puedes evitarte todo tipo de disgustos relacionados con el código fuente de tu página. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo es el funcionamiento de Git?
Aunque cada desarrollador puede hacer el uso de Git que quiera, la herramienta cuenta con su propio flujo de trabajo. Así, se asegura el correcto funcionamiento del software de control de versiones. Especialmente si se trata de grandes proyectos o si en el desarrollo intervienen múltiples desarrolladores.
Además, a diferencia de otros VCS, Git no almacena los archivos respecto a cada uno de los cambios que se realicen a la versión base; sino como una instantánea del proyecto que recoge los cambios que se han introducido y enlaza a aquellos elementos que no han sido modificados. Así, un archivo que no ha sufrido cambio alguno no volverá a almacenarse. Esta forma de funcionar de Git es su principal diferencia respecto a cualquier otro VCS y la razón de su eficiencia.
Otra de las grandes mejoras de Git en comparación con otro tipo de software de control de versiones de generaciones pasadas es la posibilidad de trabajar en local. Esto permite que no sea necesario estar conectado a la base de datos para poder editarla. Puedes realizar todos los cambios que desees, así como realizar cualquier consulta, sin necesidad de servidor; ya que toda la información necesaria también está almacenada de manera local. De esta forma, puedes trabajar sin necesidad de conexión a red o VPN, guardar los cambios y subirlos una vez vuelvas a estar conectado a internet.
No es posible subir o modificar contenido en Git sin que el software lo sepa. Mediante un sistema llamado checksum, o suma de comprobación, Git conoce cada cambio. Un algoritmo de cifrado compuesto por cuarenta caracteres hexadecimales (0-9 y a-f); generado en función de qué contenga el archivo y de cómo estén estructurados los directorios. Para Git los nombres de los archivos carecen de importancia. Lo único que considera el sistema de control de versiones es el checksum.
Esto hace que sea imposible perder información durante la transmisión de los archivos; o que se puedan corromper sin que el sistema se percate de ello. Igualmente, es casi imposible que no pueda volverse atrás. Es decir, deshacer algún cambio que se haya introducido o que el propio Git por error pueda borrar información. Lo único que puede perderse son los cambios que no se hayan confirmado (committed); pero una vez se hayan subido a Git la información nunca se perderá.
Si aún no utilizas este tipo de herramientas, esperamos que conocer el funcionamiento de Git te anime a ello. Fácil de usar, rápido y eficiente y con un sistema que hará que el código fuente de tu web esté seguro.
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