Cada proyecto es totalmente diferente y tiene unas necesidades muy concretas. Por ello es necesario tratar a cada sitio web de forma exclusiva y aplicar el conjunto de técnicas WPO que la página web requiera.
En función del tamaño del proyecto puede ser conveniente recurrir a sistemas de caché, una forma de servir información mejorando la velocidad del sitio web. Esto puede hacerse a nivel web o base de datos.
Que una web tenga enlaces rotos o links a contenidos que ya no existen repercutirá de forma negativa en el posicionamiento del sitio web, además de proporcionar una mala experiencia a los usuarios que visiten la web.
El uso de redirecciones es necesario cuando los contenidos cambian de ubicación, pero no debe abusarse de ellas. Las redirecciones añaden peticiones innecesarias al servidor que pueden ralentizarlo.
Una gran cantidad de peticiones pueden hacer que un sitio web vaya más lento. Para evitarlo es necesario minimizar la carga de los componentes externos aumentando así la velocidad de carga del site.
Como en cualquier otro componente de la página es posible que se utilicen cookies que no son necesarias para el funcionamiento de la web. Optimizar una web también supone eliminar cookies innecesarias.
Al no contener partes móviles, el uso de este tipo de discos duros en el servidor mejora la velocidad de lectura y escritura de los datos, lo que se traduce en un menor tiempo de carga de las páginas web.
Recurrir a las últimas versiones estables de los servicios es fundamental para estar protegidos, ya que con cada actualización se solucionan fallos de seguridad y, además, se mejora el rendimiento de las aplicaciones.
Si te decantas por un servidor cloud, tu sitio cargará aún más rápido que con cualquier otra forma de alojamiento web. Por la calidad de la infraestructura cloud, la disponibilidad y el rendimiento están garantizados.
Los certificados SSL añaden mayor seguridad a tu sitio web, además su instalación es un requisito fundamental para que los motores de búsqueda otorguen posiciones más altas en sus rankings de resultados.
Reducir el peso de las imágenes es fundamental para que un sitio web cargue más rápido. Esto es muy importante en el caso de la navegación móvil, donde las imágenes no optimizadas pueden proporcionar una mala UX.
Realizar modificaciones en la zona DNS puede ayudar a optimizar el rendimiento de un sitio web. Es recomendable que este tipo de cambios se los lleve a cabo un profesional para evitar problemas en la página web.
Esta nueva versión del protocolo HTTP mejora enormemente la velocidad de carga de un sitio web, un aumento de la velocidad de carga que se produce al reducirse el número de peticiones que se realizan al servidor.
Con frecuencia es recomendable eliminar código innecesario y hacer que las variables y funciones sean más cortas, además de realizar cambios en el lenguaje de programación de la web para optimizar el código.
Si hay algo que los motores de búsqueda valoren de forma positiva son las direcciones IP. Como nuestra infraestructura se encuentra ubicada en territorio nacional ofrecemos IPs españolas que ayudan al SEO.
Además de ofrecer un código optimizado, en nuestros desarrollos nos preocupamos por minimizar el peso de las imágenes y mejorar la fluidez de la web sin sacrificar el componente estético. Como expertos en desarrollo, tenemos la capacidad necesaria para solucionar problemas de rendimiento y ofrecer soluciones que aporten valor añadido a los proyectos de nuestros clientes.
Muchos de los cambios en WPO tienen que ver con el servidor. Las técnicas WPO parten de la tecnología, de ahí la necesidad de que quien optimice el alojamiento y mejore los elementos de la web sea alguien de perfil técnico. Para que tengas la total seguridad de que todo está bien configurado y obtener el mejor rendimiento, puedes contratar nuestro servicio de administración de sistemas.
Optimizar una página web es realizar una serie de ajustes en todos los componentes del sitio web para mejorar su funcionamiento. Gracias a la optimización, el peso de la web y de todas las imágenes que contiene se reducen considerablemente haciendo que la velocidad de carga sea mucho mejor y que el usuario pueda navegar de forma fluida por el sitio web.
Aunque pueda parecerte un término extraño, lo cierto es que la optimización de una web es un factor fundamental en el diseño web. Si bien no es tan directamente visible como el componente estético del sitio web, es posible ver si un sitio web está optimizado o no al navegar por sus páginas. Si el sitio web no responde adecuadamente en un par de segundos, es evidente que se trata de una página web que no está correctamente optimizada.
En internet todos los sitios están, como mucho, a un par de clicks de distancia. Por ello, si queremos evitar que el usuario se acabe marchando a otra web debemos proporcionarle la mejor experiencia posible, algo que no depende únicamente de lo bonita o llamativa que pueda ser nuestra página web, sino también de lo fácil que sea navegar por ella.
Parece que con los años nuestra paciencia para esperar a que una web cargue correctamente se ha visto mermada, hasta el punto de que actualmente solo estamos dispuestos a emplear unos segundos a ello. Así, cuanto más y mejor optimizado esté sitio web, más tiempo pasará el usuario navegando por sus páginas, además de aparecer mejor situada en los rankings de búsqueda de navegadores como Google. Porque ya no basta solo con ganarse al usuario, también tenemos que convencer a Google de la calidad de nuestro sitio web.
A día de hoy Google incluye el rendimiento de las webs entre sus factores a la hora de otorgar posiciones en las SERP. Es por eso que, si quieres obtener un mejor posicionamiento SEO, debes asegurarte de que tu página web esté optimizada.
Nuestro servicio WPO está diseñando para la optimización de una página web desde el lado del servidor. Es decir, nos centramos en la parte técnica de la optimización del sitio. Aquí se incluye la optimización de las imágenes, del código de la web o configuraciones como la reducción de las peticiones HTTP al habilitar el protocolo HTTP/2.
Como cada proyecto es totalmente diferente, es posible que en función del estado del sitio web sea necesario aplicar unas u otras medidas. Por ejemplo, en el caso de una web desactualizada, primero será necesario poner al día todos los componentes llevándolos hasta su última versión estable. Esta actualización no solo mejora el rendimiento del sitio web, sino también su seguridad.
No es necesaria la contratación del servicio, ya que tú mismo puedes realizar estos ajustes técnicos. Eso sí, de hacerse mal pueden afectar negativamente al rendimiento de la web, incluso a su funcionamiento, como por ejemplo una mala configuración del DNS.
Para evitar cualquier inconveniente, nuestra recomendación es que delegues este tipo de tareas en un profesional. De esta forma te aseguras de que las modificaciones estén bien realizadas y que la optimización cumpla con su cometido: contribuir a mejorar tu sitio web y no a perjudicarlo.
Si no vas a realizar cambios significativos en el sitio web, como cambiar la plantilla o el tema de tu sitio, no es necesario que hagas nada más, a excepción de controlar el comportamiento de la web. Es recomendable medir y analizar con cierta frecuencia para comprobar si el rendimiento de la web sigue siendo el mejor o si algo haya podido desconfigurarse y la web ya no esté correctamente optimizada.
La instalación de nuevos componentes como plugins para personalizar WordPress, o módulos en el caso de PrestaShop, pueden repercutir negativamente en las técnicas de WPO que se hayan realizado. De ahí que sea conveniente conocer los tiempos de respuesta del sitio para ver cuál es su evolución.