Hace solo unas horas las aplicaciones más utilizadas dejaban de funcionar. Aunque inicialmente muchos pensamos que el problema estaba en nuestras conexiones o dispositivos, al final el problema estaba fuera. Concretamente en el protocolo BGP, el sistema que permite el intercambio rápido de información en internet.
Border Gateway Protocol es uno de los muchos protocolos que se utilizan en internet para que puedan establecerse las conexiones entre un navegador y un servidor, siempre de la forma más rápida posible. Su importancia dentro de la red de redes es equiparable con las direcciones IP o los servidores DNS, aunque el protocolo BGP sea menos conocido para el gran público.
Básicamente, el protocolo BGP se encarga de que una red, en este caso la de Facebook, informe a las demás de que está en internet, accesible a cualquier usuario para mostrarle el contenido que busca en el menor tiempo posible. BGP busca todas las opciones posibles para establecer una conexión y escoge siempre la que permita hacerlo de manera rápida y eficaz saltando entre diferentes AS (Sistemas Autónomos)
A media tarde del día 4 de octubre en Facebook se realizaron algunos cambios en los BGP. Unos minutos después, la modificación llegó a los DNS y, con ello, Facebook, WhatsApp, Instagram y el resto de servicios de la compañía desaparecían de internet. Y lo hacían porque resultaba imposible saber dónde se encontraban los servicios. Tanto los servidores DNS como el protocolo BGP, se encargan de traducir los nombres de dominio a direcciones IP para que los navegadores puedan devolver los recursos que buscamos. Al perderse, de alguna forma, ese mapa de Facebook en internet todos sus recursos estaban inaccesibles.
Si buscábamos Facebook.com simplemente no pasaba nada. El navegador no era capaz de saber dónde se encontraba Facebook porque el protocolo BGP no funcionaba correctamente, ni tampoco la IP en la que se encuentra porque el servidor DNS no conseguía traducir el dominio a su dirección IP. Y más allá de las consecuencias de los usuarios, el problema afectaba directamente a los propios empleados de la empresa que no podían acceder a sus puestos de trabajo. El funcionamiento de las tarjetas de la empresa también depende de los servidores de Facebook.
Como suele ocurrir siempre que alguna de las aplicaciones de Facebook deja de funcionar, todos vuelven a Twitter. En esta ocasión a la red del ‘pajarito’ se le sumaron TikTok o Telegram que recibieron a todos los usuarios que no podían llegar a Facebook, WhatsApp o Instagram. Hasta el punto de que algunas de ellas también comenzaron a fallar porque tenían algunas dificultades para gestionar todo el tráfico.
Por su parte, Facebook se ha disculpado con los usuarios por esa interrupción del servicio de más de 6 horas. Un fallo causado por una configuración errónea en el DNS en un lugar donde tocar es muy arriesgado, como hemos podido comprobar
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