El efecto 2038 o la nueva llegada de un apocalipsis informático
Cuando se cumplen dos décadas el efecto 2000 ya empezamos a prepararnos para el siguiente apocalipsis tecnológico. Aunque en aquella ocasión el desastre no fue tal, parece que en dieciocho años la historia volverá a repetirse con el llamado efecto 2038.
¿Qué fue el efecto 2000?
El error del milenio fue un problema informático que hizo saltar las alarmas con el cambio de siglo. Aunque para cuando los cuartos y las doce campanadas comenzaron a sonar ya se había perdido parte del miedo al efecto 2000, lo cierto es que en los meses previos el pánico fue muy real.
Desde los años 60 los programadores fueron acostumbrándose a omitir las dos primeras cifras de los años, aquellas que hacen referencia al siglo, por ser más práctico y consumir menos memoria. Con el cambio de siglo se creyó que los sistemas no serían capaces de detectar el año 2000 y volverían atrás en el tiempo hasta el año 1900.
El principal temor del efecto 2000 era que los sistemas más básicos, como los encargados de suministrar energía o los bancos, pudieran fallar. Con ello las cuentas corrientes se quedarían a cero, las telecomunicaciones no estarían operativas y cualquier sistema que dependiera de un ordenador dejaría de funcionar. Pero ni la llegada del 1 de enero iba a producirse a la vez en todo el mundo, ni todos los aparatos susceptibles de sufrir el efecto 2000 lo harían al mismo tiempo. Puesto que algunos de ellos estaban apagados durante el cambio de año, no se podía establecer una fecha límite para saber si un dispositivo había sufrido, o no, el efecto 2000.
Lo que ahora parece una anécdota más y una excusa para vender más equipos ante el temor del apocalipsis informático, quizá pudo haber sido un desastre para el que nos preparamos a tiempo. Una previsión millonaria permitió estar preparados para el cambio de milenio, algo que de haber sucedido hubiera provocados miles de millones en pérdidas; aunque no evitó que se produjera algún que otro problema.
Y2K38: el efecto 2038
Apenas han pasado dos décadas del efecto 2000 y ya estamos temiendo la llegada del efecto 2038. Parece que al igual que las modas, los apocalipsis informáticos son algo que también se repite cada cierto tiempo. La diferencia entre aquel drama del milenio y el efecto 2038 es que este último no coincide con el cambio de año; aunque también tiene fecha y hora exactas.
El error 2038 afectará a los sistemas de 32 bits que recurren a POSIX para la representación del tiempo. A diferencia del efecto 2000 donde la comodidad hizo que las fechas solo tuvieran dos cifras; el problema del efecto 2038 es alcanzar el límite máximo de capacidad del sistema para generar fechas. Es decir, un sistema de 32 bits admite un total de 4.294.967.296 combinaciones posibles, tanto positivas como negativas, una cifra a la que se llegará el 19 de enero de 2038 a las 03.14 UTC.
El sistema POSIX se basa en contar el número de segundos transcurridos desde la medianoche del 1 de enero de 1970 hasta completar el máximo permitido por el sistema. Al llegar a las 03.14 del 19 de enero de 2038, los equipos pasarían de forma automática al 13 de diciembre de 1901; exactamente el número de combinaciones negativas que admite POSIX. Eso en el mejor de los casos, puesto que los sistemas también podrían dejar de funcionar.
Más o menos lo mismo que pasó en 2014 cuando el contador de visitas de YouTube llegó a su máximo a causa del boom del Gangman Style. Ese récord sirvió para que Google se viera obligada a parchear su aplicación y al resto de los mortales nos mostrara que en internet también había límites.
¿Qué podría pasar?
Afortunadamente en esta ocasión la tecnología está de nuestro lado. Desde hace tiempo los fabricantes de procesadores y los desarrolladores de sistemas operativos y aplicaciones apenas usan versiones de 32 bits. Así, la gran mayoría de los dispositivos que utilizamos actualmente recurren a versiones de 64 bits. El uso de 32 bits ha quedado relegado a algunas empresas e instituciones públicas, para las que tampoco está todo perdido porque aún están a tiempo de prevenir el efecto 2038.
Quedan aún dieciocho años para actualizar todos los dispositivos a arquitecturas de 64 bits; aunque lo más probable es que para entonces todos hayan sido reemplazados por otros nuevos. Puede que una vez más nos hayamos preparado para la llegada del apocalipsis informático con suficiente antelación; o puede que acabemos viajando al pasado si en 2038 aún quedan sistemas de 32 bits.