Todo usuario que esté conectado a Internet cuenta con una dirección IP, un número único asignado a un equipo en concreto con el que este se identifica en la red. Todas las direcciones IP, tanto las IPv4 como las IPV6, están compuestas por cuatro conjuntos de números, que están separados por puntos, y cuentan con una extensión de entre uno y tres dígitos que van desde el número 1 al 255.
Cada dirección IP tiene una longitud de 32 bits y está compuesta por dos tipos de información. Un primer grupo de números que hace referencia al identificador de la red (desde el país, al tipo de red utilizada) y el resto de grupos numéricos que hacen referencia al host. Esta información nos proporciona datos concretos como la fecha y la hora; pero también sirven para conocer cuándo se ha producido una conexión a internet con exactitud en la resolución de cualquier tipo de conflicto a través de internet. Además, es de gran utilidad para algunos protocolos como el caso de del protocolo RIP.
Existen dos tipos de direcciones IP: estáticas y compartidas. Las primeras, las direcciones IP estáticas, son números asignados de forma exclusiva a un sitio web desde los que se puede tener control y mejorar la reputación de una página web. En el caso de las direcciones IP compartidas, cambian cada vez que se establece una conexión a internet y son compartidas por varios sitios web a la vez, lo que supone que todas las páginas web que comparten una misma IP, en cierta forma, envían sus archivos desde el mismo lugar. ¿Alguno de tus sitios web ha tenido algún problema? Si es así, es muy probable que este acabase afectando al resto de webs con las que comparte dirección IP.
La dirección IP queda reflejada en cada uno de los logs (registros) de los servidores a los que se accede. En muchas ocasiones son de gran ayuda, entre otras cosas, a la hora de localizar problemas. Por ejemplo, cuando nos ponemos en contacto con el equipo de soporte técnico de nuestro proveedor de hosting. ¿Por qué? Entre otras cosas, una dirección IP permite saber desde qué país se está accediendo a una página web; permitiendo de esa forma solucionar el problema de la manera más sencilla.
Cuando se navega a través de un módem, la IP pública se puede ver directamente solo con mostrar la dirección IP del ordenador que se está utilizando en ese momento. Pero si son varios equipos los que comparten una misma conexión, la dirección IP que obtendremos será la IP privada de la red local.
Con Linube, podrás conocer tu dirección IP pública de una forma fácil y rápida. Además, te proporciona información relacionada con el navegador que estás utilizando para hacerlo.
O, si prefieres una versión más friki y elegante de hacerlo, puedes recurrir a:
$ curl ifconfig.me/ip
También puedes consultar cuál es tu dirección IP desde tu propio ordenador. Recuerda que esa consulta variará en función del sistema operativo que utilices.
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