¿Qué diferencia a HTTP/2 de sus anteriores versiones?
HTTP es el protocolo de comunicación para las transferencias de información en la web desarrollado en 1991 por el World Wide Web Consortium (W3C). Este conjunto de reglas establece la sintaxis y la semántica que deben seguir todos los elementos de software y cuál debe ser su arquitectura web para que puedan comunicarse entre sí. A lo largo de los años, el protocolo HTTP ha sufrido algunas modificaciones con el objetivo de hacer mucho más eficiente el transporte de los datos a través de internet. Pero no ha sido suficiente; y por ello damos la bienvenida a HTTP/2.
La versión más reciente del protocolo HTTP llevaba utilizándose desde 1999. Un período de tiempo demasiado extenso para la velocidad a la que se suceden los cambios en internet. Y más si tenemos en cuenta que nuestra paciencia a la hora de esperar a que cargue una web disminuye casi al mismo ritmo que avanza la tecnología. De ahí que haya surgido la necesidad de actualizar el conocido protocolo.
Para ello, se han basado en SPDY. Un protocolo creado por Google en un intento por reducir la latencia y mejorar la velocidad de carga. Pero, HTTP/2, la última versión del protocolo HTTP, incorpora además otras mejoras.
Qué mejoras introduce HTTP/2
La principal mejora introducida con HTTP/2 es la disminución del número de conexiones necesarias para cargar un sitio web. Con HTTP/1.x se requiere una conexión para cada uno de los elementos que vayan a descargarse. Ahora, con HTTP/2, se reduce esa cifra a una única conexión para ofrecer los diferentes objetos. HTTP/2 no altera la semántica, sino que ayuda a la optimización de los sitios web. Entre las ventajas, destacan:
- Formato binario. HTTP/2 recurre al sistema binario, mucho más fácil de interpretar. Además de ser más compacto y con menor tendencia a sufrir fallos que los protocolos que utilizan texto. Asimismo, de las cuatro formas de interpretar la información de HTTP/1.x, con HTTP/2 se reduce a una única forma.
- Compresión de cabeceras. Con HTTP/1.x cada una de las solicitudes que se realicen lleva su propia cabecera con la información acerca del comportamiento del servidor o navegador. En cambio, HTTP/2 reúne todas las cabeceras en un único bloque para el envío.
- Server Push. Para mejorar aún más el rendimiento de una página web, con HTTP/2 es posible enviar información a la caché sin que se haya realizado una petición. El servidor predice los datos que se podrían necesitar para que, cuando se realice la solicitud, la información esté disponible de forma inmediata.
- Multiplexación. HTTP/1.x no permite conexiones simultáneas. Por lo que hay que esperar a obtener la respuesta a una petición antes de poder realizar la siguiente. HTTP/2 posibilita que en una única conexión se realicen, en paralelo, múltiples solicitudes y respuestas.
Transferencias más rápidas
Con HTTP/2 también se elimina el envío de información redundante. Se evita emitir datos que ya se han obtenido en anteriores solicitudes. Esto permite reducir el consumo de recursos y la latencia de forma significativa. De la misma manera, los recursos disponibles se dividen en función de la importancia otorgada a cada uno de los objetos de la página web. Todo ello contribuye a mejorar la velocidad de carga.
Si quieres saber más información acerca de los cambios que ofrece el protocolo HTTP/2, puedes consultar la página oficial.