¿Qué contenido incluyo en mi web?
Puede que te preguntes cómo organizar el contenido de tu página web; qué características debe tener, cada cuánto debo actualizar ese contenido web… para empezar, cuando elaboras una web, como mínimo debes dejar claro cuál es tu actividad, qué servicios prestas y cuál es la forma de contactar.
¿Qué haces y qué ofreces?
En tu contenido web debe quedar claro cuál es la actividad que desempeña tu compañía. Nuestro consejo es que definas de manera escueta aquello a lo que te dedicas o qué hace tu empresa. El objetivo que tienes que cumplir en este apartado es que cualquiera que acceda a la web, especialmente si acaba de descubrirte, debe ser capaz de comprender esa definición.
Si, además, dispones de un eslogan, haz gala de él o, si no lo tienes, crea uno. Los eslóganes son un ejercicio excelente para intentar sintetizar de una forma creativa cuál es tu trabajo. Un pequeño lema que muestre el espíritu y el carácter diferenciador de tu empresa o los productos o servicios que ofreces. Al describir qué haces, recuerda incluir las palabras clave que definen el núcleo de tu negocio o actividad. No seas rebuscado, simplemente utiliza el sentido común y no las repitas hasta la saciedad para tratar de engañar a los buscadores; ya que es una práctica que ahora penalizan. Si necesitas repetir una misma idea, recurre a los sinónimos. Así dirás más o menos lo mismo, pero con diferentes palabras.
Google tiene herramientas interesantes que pueden ser de ayuda para dar con las palabras claves que necesitan: Google Adwords, Google Trends o incluso el propio motor de Google que da información sobre las búsquedas más repetidas a medida que el usuario está rellenando la casilla con su propia búsqueda.
Tus productos y/o servicios
A lo largo de toda la web no pierdas de vista ofrecer qué haces y cómo lo haces. Como dice el refrán: «una imagen vale más que mil palabras«. Y eso siempre es cierto. Así que si tu negocio está basado en productos tangibles, añade imágenes o vídeos que te faciliten presentar el producto y sus características. En caso de que se trate de servicios, deberás trabajar las ideas y tratar de trasmitir de forma indirecta, a través de fotografías, lo que hace diferente a tus servicios sobre los demás.
En cualquier caso, recuerda utilizar siempre todos los recursos que estén a tu alcance para mostrar o «hacer tangibles» tus productos y/o servicios, y la filosofía que los rodea. Para ello puedes, por ejemplo, recurrir a un porfolio de productos o clientes, vídeos o testimonios de aquellos que ya han trabajado contigo. Además, cuanto más intuitivo y cercano resulte tu contenido web, más fácil será conectar con el usuario.
Cada vez es más habitual observar pequeños vídeos en las webs resumiendo las principales ventajas del producto o servicio que se presta. Los entendidos en posicionamiento web, además, lo aconsejan con el fin de captar la atención del usuario y aumentar su tiempo de permanencia en la web. Este es un trabajo costoso y laborioso, pero la recompensa a largo plazo suele resultar notable y compensarlo todo.
Cómo haces lo que haces es algo que no debes olvidar. Detente en este punto, ya que no basta con que indiques qué haces. Además de eso, es conveniente que muestres las ventajas competitivas de tu producto y servicio, aquello que consideras que son los puntos fuertes y claramente distintivos sobre todos los demás. Debes mostrar tu carácter diferenciador para que tus usuarios se decanten por ti y no por otra empresa.
Contenido web III: Contacto
Cuantos más datos facilites para contactar, más empatía y posibilidades de interacción con los usuarios vas a generar. No pongas enlaces a redes sociales simplemente «por seguir la moda». Si creas una cuenta en Twitter, una página en Facebook o en Google+ debes mantenerla actualizada. Si no es así, es preferible que ofrezcas los medios de contacto más tradicionales: e-mail y/o teléfono. Lo ideal sería que todo tu contenido web esté actualizándose constantemente, pero la mayoría de las veces no resulta posible.
Respecto a los formularios de contacto, recuerda que no a todo el mundo le gusta escribir a través de un pequeño hueco que, muchas veces, guarda el contenido sin formato. No olvides poner el e-mail de contacto. Si quieres evitar que la dirección pueda ser captada por robots para el envío de spam, utiliza la fórmula: mail [arroba] dominio [punto] com.
Y en cuanto al teléfono, pese a lo que muchos puedan pensar, solo un 25% o 30% de webs incluyen teléfono de contacto y, hoy por hoy, es uno de los datos que más confianza genera en los usuarios.