¿Qué son los artículos 11 y 13 de la Directiva de Copyright?
Debido al aluvión de emails que todos recibimos, nos enteramos de que el pasado 25 de mayo la nueva RGPD obligaba a todas las webs a cambiar sus políticas de privacidad. Pero de lo que puede que aún no nos hayamos enterado es de la propuesta de Directiva de Copyright. Un proyecto de Directiva que contiene dos artículos que podrían cambiar el internet que todos conocemos. Hablamos de los artículos 11 y 13 (ahora renombrados como artículos 15 y 17) de la Directiva sobre Derechos de Autor en el Mercado Único Digital.
Qué es la Directiva de Copyright
Esta directiva es un proyecto a nivel europeo que tiene como objetivo combatir la piratería en internet. Una forma de asegurar que todos los países de la Unión Europea cuentan con una legislación similar en relación con los Derechos de Autor. Es decir, que cada país se encargue de redactar su propia ley; pero cumpliendo con los mismos objetivos que el resto de países de la UE.
Actualmente es posible subir casi cualquier cosa a internet, lo que en muchas ocasiones puede vulnerar los Derechos de Autor. Si bien lo ideal sería citar a la fuente original o pagar por el uso de lo creado por otros, por desconocimiento u otra causa, no siempre ocurre. De ahí que surja la necesidad de legislar al respecto. El problema es que en la Directiva sobre los Derechos de Autor se encuentran dos artículos que llegarían a limitar la libertad de expresión.
Los artículos 11 y 13
En el primer caso, el artículo 11 (actualmente artículo 15), se busca imponer una tasa sobre los enlaces que se compartan. Algo similar a lo que ocurrió con la llamada Tasa Google en 2014 y que en España acabó con el cierre de Google News. Y que en este caso acabaría con las notas a pie de página de la Wikipedia o con los agregadores de noticias como Menéame o Reddit. Además, dificultaría la generación de contenidos a partir de, por ejemplo, una noticia; ya que para poder enlazarla deberíamos pagar por una licencia.
Mucho más polémico es el artículo 13 (actualmente artículo 17) de la Directiva de Copyright. Este habla sobre la instalación de filtros automáticos para evitar la vulneración de los derechos de propiedad intelectual y las millonarias multas que ello conllevaría. Esto es, todo el contenido que queramos subir a internet, debe pasar por esos filtros; por lo que, solo en el caso de superarlos, llegaría a la red. Algo a lo que ocurre en YouTube, de ahí su sobrenombre de ‘Ley YouTube’.
Los encargados de que solo el contenido original llegue a la red serán quienes tengan que realizar la criba. Plataformas como Google deberán impedir que el contenido que vulnere la Directiva sobre Derechos de Autor esté en internet y deberán identificar al infractor. Esto último haría necesaria la revisión del nuevo RGPD; ya que no es posible facilitar esa información sin la autorización del usuario.
Cómo nos afectaría
En España, la adaptación de la ley europea a las normas españolas será conocida como la Ley Uribes, actual ministro de Cultura y Deporte. Al aprobarse esta norma, es muy probable que tengamos que introducir algunos cambios en nuestra forma de comunicarnos en la red. Aunque parece que, por el momento, no tendremos que decir adiós a nuestros queridos memes; puesto que la gran mayoría provienen de películas, series o cualquier otro contenido audiovisual sobre el que no tenemos derechos es posible que las máquinas no sepan captar el tono humorístico del mensaje. De forma que, algunos de ellos, no lleguen a subirse a la red. Igualmente, en el caso de canciones creadas a partir de otras, como pueda ser un remix de algún conocido tema o una versión del mismo.
En el artículo 13 sí se recoge la utilización de material con copyright para realizar parodias. Pero, el problema está en que estos filtros, como máquinas que son, no son capaces de interpretar el tono del mensaje. No saben diferenciar un plagio por sí mismo de una parodia realizada a partir de un contenido de terceros. Por lo que la mayoría del contenido que se suba a internet será susceptible de ser eliminado.
La Directiva, también en GitHub
La conocida plataforma para el control de versiones Git también sufriría las consecuencias de la Directiva de Copyright. Y es que con el artículo 13, antes de que podamos subir código a Git, será necesario que pase por sus filtros. Por ello, la propia GitHub ya ha advertido a los desarrolladores europeos que un filtro de contenido pondría en peligro la fiabilidad del código, además de hacerlo más costoso.
Aunque el Parlamento Europeo ha contribuido en gran medida al desarrollo de proyectos open source destinando fondos para ello; esta ley podría acabar con todo ese trabajo. Al código open source contribuyen diferentes desarrolladores y acostumbran a tener múltiples capas. De esta forma, cada mejora de ese código sería una vulneración a los derechos de autor del primer desarrollador; con lo que la filosofía open source perdería todo su sentido.
Cierto es que la Directiva de Copyright únicamente está pensada para las plataformas de música y vídeo. Pero debido a su redacción, esta propuesta de Directiva abarca a todos los tipos de contenido, donde se incluye el código fuente.
Consecuencias dramáticas
La aprobación de dicha Directiva limitaría, además de la libertad de expresión, la creatividad. Generalmente, la creación de nuevo contenido tiene su base en otro ya creado; con lo que de esta forma se frenaría la creatividad y la innovación.
Para asegurar el futuro de internet, más de 70 personalidades entre las que destacan Vint Cerf (padre de internet), Berners-Lee (creador de la Web) o el Proyecto Mozilla han redactado un manifiesto contra la nueva Directiva. En la carta se pide la eliminación de la propuesta y se habla de una comunicación restrictiva y burocrática; además de limitar el acceso a la información y contenidos disponibles en internet. Asimismo, frenaría la entrada a pequeñas plataformas y start ups, que se verán obligadas a desplazar sus operaciones fuera de territorio europeo.
También se han creado diferentes iniciativas para frenar la ley y salvar los servicios de internet, entre las que destaca #SaveYourInternet. Mediante todas ellas se intenta evitar que el Comité de Asuntos Legales del Parlamento Europeo lleven adelante esta propuesta.
Por el momento, estas campañas han dado sus frutos; ya que la propuesta de ley no ha recibido los votos necesarios para salir adelante.