Si las cookies ya nos parecen tediosas, con TrustPid se confirma aquello de que todo puede ir a peor. Con la llamada “supercookie” nuestros hábitos de navegación quedan más monitorizados que nunca; además, sin que nadie nos haya pedido permiso para instalarla en nuestros dispositivos.
Aunque se le conoce como “la supercookie”, en realidad TrustPid es un token que se encarga de rastrear a los usuarios cuando estos navegan por internet. Un sistema de identificación de gustos y necesidades que permite crear perfiles de usuarios para ofrecerles publicidad digital; con esto pretenden, además, indagar en nuevos formatos publicitarios.
Su principal diferencia respecto a las cookies que conocíamos hasta ahora es que no requiere de autorización por parte del usuario; ya que está pensado para saltarse cualquier restricción, pero dicen que siempre manteniendo el control de la privacidad. Además, este sistema almacena los datos a nivel de proveedor de servicios mediante la dirección IP, en lugar de dispositivo que suele ser lo habitual con las cookies tradicionales.
En principio, TrustPid está en fase de pruebas, lo que no quiere decir que algunos proveedores de internet no estén utilizándolo en las IPs que facilitan a sus clientes. Si utilizas los servicios de Movistar u Orange, lo más probable es que esta supercookie esté monitorizando tu actividad en la red. De todas formas, la idea es que a corto plazo el sistema esté totalmente activo y se encargue de analizar nuestros hábitos de navegación para mostrarnos publicidad relacionada con nuestros intereses.
Este tipo de token se genera a partir de números aleatorios, de modo que puedan obtenerse datos de la actividad de los usuarios, pero sin que puedan llegar a identificarse. Así, se minimizan las posibilidades de saber quién está detrás de esa información, al mismo tiempo que los anunciantes pueden personalizar la publicidad que dirigen. Para ello se asigna una dirección IP diferente a cada usuario con el objetivo de elaborar un perfil con fines comerciales para revender a otras empresas. Ente los datos que se recopilan se encuentra, por ejemplo, el número de teléfono del usuario al considerarlo un dato de tráfico necesario para prestar el servicio.
Con esto, los anunciantes esperan poder salvar las restricciones que van a establecer los navegadores para evitar las cookies de terceros. Siendo el propio proveedor de servicios el encargado de recopilar esta información, los datos se obtienen en una capa diferente; permitiendo que siga rastreando la navegación del usuario. A lo que habría que añadir que, por el momento, no es posible instalar un bloqueador, como sí ocurre con las cookies tradicionales.
En su página oficial Trustpid se define como una herramienta para que internet, que no la conexión como tal, pueda seguir siendo un servicio gratuito. Afirman ser una novedosa solución tecnológica que ofrece contenido gratuito gracias a un internet abierto, sin que la privacidad del usuario quede expuesta. Para ello, consideran que es necesario un nuevo modelo de ingresos, algo que lograrían con el uso de TrustPid.
Con independencia de sus propósitos reales o su forma de dar a conocer el servicio al usuario, podemos decidir si queremos ser rastreados por TrustPid o no. Para desactivarlo, tienes que acceder a su sitio web utilizando datos móviles y, en el apartado de “gestión del consentimiento”; después de realizar una verificación, podrás “detener el servicio” de TrustPid. El problema es que tendrás que acordarte de desactivarlo cada 90 días; ya que parece que después de ese tiempo de inactividad el servicio volverá a reactivarse; y con ello a rastrear tu navegación.
Por el momento ni siquiera se sabe cómo la supercookie avisará a los usuarios de que está activada, si es que llega a avisar, o si a las compañías que ya la emplean se le suman el resto de proveedores. Parece que la incógnita rodea a TrustPid y que ninguna de estas dudas parece muy positiva.
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