En los inicios de internet toda la comunicación era unidireccional. Es decir, se conocía al emisor de la información, pero no la persona ni el dispositivo que pudiera recibirla. Para mejorar las comunicaciones y hacerlas bidireccionales, Vint Cerf y Robert Kahn desarrollaron el protocolo TCP a mediados de los años 70.
TCP o Protocolo de Control de Transmisión, es un protocolo de internet encargado de informar del destino de los datos permitiendo la creación de conexiones seguras. Aunque fue desarrollado entre 1973 y 1974, continúa siendo a día de hoy uno de los protocolos fundamentales en internet. TCP sirve, además, como soporte a muchas de las aplicaciones y protocolos que han surgido después.
El protocolo TCP es una forma segura de intercambio de datos al requerir de la autorización entre cliente y servidor, o emisor y receptor, antes de producirse la transferencia. Una vez ambas partes hayan autorizado la transmisión, podrá iniciarse el envío y recepción de datos. El protocolo TCP, al igual que otros como el protocolo SSH, nació para sustituir protocolos anteriores; debido a su antigüedad, dichos protocolos resultaban inseguros para la conexión o el intercambio de datos en internet.
TCP tiene un funcionamiento muy sencillo que consta de tres fases. En la primera, se establece la conexión con la autorización de ambas partes. Entonces, se produce un procedimiento denominado ‘negociación en tres pasos’. Para, después, iniciarse la transferencia de la información. Aquí, se establecen cada uno de los parámetros para un intercambio ordenado, correcto y, sobre todo, seguro. Por último, mediante una ‘negociación en cuatro pasos’ se finaliza la conexión entre cliente y servidor.
En el protocolo TCP los datos se entregan en el mismo orden en el que se enviaron. Para ello, divide la información en diferentes paquetes que se envían por la ruta más rápida hacia su destino. Así, con una separación en capas, se identifica la procedencia del tráfico es más fácil y evitar la saturación de la red. Además, sirve de capa intermedia entre una aplicación y el protocolo IP, supliendo las carencias de seguridad del protocolo de red (consulta aquí cuál es tu dirección IP).
TCP sirve también como mecanismo que permite diferenciar las aplicaciones, ya sean emisoras o receptoras, dentro de una misma máquina. Para ello, recurre al concepto de puerto. A pesar de tener ya más de cuatro décadas, sigue empleándose en todas las comunicaciones que se producen en la red de redes: internet. Y, sin su desarrollo, el internet que conocemos actualmente sería muy diferente.
El nacimiento del protocolo TCP, al igual que muchos otros avances tecnológicos, se produjo en un lugar extraño. Hemos oído hablar de garajes, pero no tanto de furgonetas equipadas con la más alta tecnología. Y fue ahí donde se produjo la primera transmisión del protocolo que cambiaría el rumbo de la red de redes.
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