Plankalkül, el primer lenguaje de programación
Al igual que sucede con internet, el primer lenguaje de programación es mucho más antiguo de lo que podemos pensar. Si bien en este tiempo los lenguajes de programación de alto nivel han ido evolucionando y mejorando, lo cierto es que el primero se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
El primer lenguaje de programación
En los inicios de los ordenadores no eran necesarios muchos de los servicios imprescindibles hoy en día. A este uso limitado de la tecnología, tanto a nivel de popularización como de posibilidades de los equipos, habría que sumarle un internet que daba sus primeros pasos. Pero ya en ese momento empezó a tomarse conciencia de que algunas de las características de los equipos resultaban insuficientes para dar respuesta a las necesidades de la época. Así, se llegó a la conclusión de que programar en código máquina era una labor muy tediosa y que, por tanto, era necesario crear algo que sirviera para optimizar tiempos y tareas. Es decir, crear el primer lenguaje de programación.
A este primer sistema su creador, Konrad Zuse, lo denominó Plankalkül, algo así como sistema formal de planificación. Debido a las limitaciones de hardware y software como consecuencia de la guerra, la invención de Zuse se retrasó unos años. Es más, para cuando el proceso de Konrad pudo avanzar, la unión surgida de la GAMM (Gesellschaft für Angewandte Mathematik und Mechanik) y la ACM (Association for Computing Machinery) habían creado ALGOL 58. Pese a haberle adelantado, siempre reconocieron que el primer intento, aunque con algunas limitaciones, era obra de Zuse.
¿Cómo era Plankalkül?
Actualmente, podríamos describirlo como un primer lenguaje de programación anticuado desde su nacimiento, pero al mismo tiempo con características actuales. Partiendo de la base que el primer lenguaje de programación se creó cuando aún no existían conceptos fundamentales como variables o programas; Plankalkül tenía una notación bidimensional y de caracteres que son incompatibles con ASCII. Esto hacía que leerlo pudiera resultar algo complicado al no estar pensado para ejecutarse en un equipo, sino más bien para escribirlo a mano.
El programa ideado por Zuse se basaba en la notación simbólica y no numérica, algo totalmente incompatible con la programación de hoy en día. A su vez, también aceptaba objetos booleanos y compuestos mediante arrays; además de expresiones condicionales, bucles y recursividad de las funciones. Estas últimas características sí estarían más orientadas a las formas de programación actuales.
Pese a haberse pensado para una programación manual, en 1972 Zuse consiguió publicar su tesis y, con ello, que en 1975 se creara el primer compliador. Desde entonces, varios desarrolladores han seguido continuando con el llamado primer lenguaje de programación y creando nuevos compiladores.