Google quiere acabar con las cookies, ¿cómo?
Las cookies, esas molestas ventanas que te asaltan cada vez que entras a una página web y que tienes que decidir qué haces con ellas. Esas notificaciones que más de una vez te habrán hecho abandonar una web por la cantidad de checks que tienes que marcar. Un incordio para el que Google dice tener una solución.
¿Qué es una cookie?
Una cookie es un pequeño archivo creado por la página web a la que entras, que se guarda en tu equipo y que se envía información al navegador. En este archivo se almacenan datos relacionados con tu visita y tu comportamiento en una determinada web. Por ejemplo, al aceptar las cookies, algunos datos como el lugar desde el que accedes, se guardan en el navegador haciendo que no sea necesario volver a solicitarte esta información.
Gracias a las cookies los navegadores pueden personalizar la navegación y ofrecerte anuncios relacionados con tus intereses. Esto es posible por el “rastreo” que hacen de los movimientos del usuario. Al crear un historial del usuario es mucho más sencillo mostrarle contenido relevante, ya que estará basado en aquello que en algún momento has buscado. Pero las cookies tienen un lado menos bueno: crean un perfil de cada usuario que choca con la privacidad.
¿Cómo surgen las cookies?
La primera cookie se creó en 1994, cuando un desarrollador de Netscape buscó la forma de que mantener los productos en los carritos de compra de los usuarios de los e-commerces. Para ello, era fundamental no consumir demasiados recursos en el servido; ya que, si era importante garantizar la experiencia de compra, también lo era evitar la saturación del servidor.
¿Qué propone Google?
No es ninguna novedad que Google está buscando la forma de priorizar la privacidad del usuario a la hora de mostrar publicidad. Comenzaron eliminando en 2020 la compatibilidad en Chrome con las cookies de terceros, algo que también adoptó Firefox, y sustituyéndolas por tokens de confianza. Estos tokens permitirían autenticar al usuario sin necesidad de revelar datos sobre el mismo. Así, podrían facilitar información a los anunciantes sin tener que rastrear al usuario, ya que todos los tokens son supuestamente iguales.
Ahora, Google propone FLoC (Federated Learning of Cohorts), un sistema que permitiría detectar los intereses del usuario, pero sin poner en riesgo de privacidad. Este nuevo método se encargaría de asignar a cada usuario un grupo de personas que comparta sus mismos intereses. Aunque para poder conocer esos intereses sea necesario rastrear la navegación del usuario, esta información solo se guarda de forma local. Es decir, se almacena en el equipo del usuario y se coloca al usuario dentro de un determinado grupo, todo ello sin compartir información alguna fuera del navegador. Cada uno de estos grupos estarían formados por miles de usuarios, de forma que no sea posible identificarlos de forma individual.
Según sus pruebas, Google afirma que FLoC podría facilitarle a los anunciantes un 95% de conversión, en comparación con la publicidad basada en cookies. Este nuevo sistema comenzará a aplicarse a partir de Chrome 90.
FLoC es solo una de las nuevas funcionalidades que Google estaría implementado junto con el W3C. Una serie de nuevas propuestas que poco a poco permitirían ir mejorando en el uso de la web y, en este caso, garantizar la privacidad en internet.