En alguna ocasión puede ocurrir que los correos que mandamos a cuentas de Gmail entren en la carpeta SPAM, dando la sensación de que no se han enviado correctamente.
En estos casos es muy probable que estos correos legítimos, que nos interesa enviar, se estén etiquetando como no deseados, y que los filtros de Gmail lo estén enviando directamente a la carpeta de SPAM. Si esto ocurre, existen dos opciones para evitarlo.
La primera es pedir a la persona a la que enviamos el correo que añada nuestra cuenta a su lista de contactos de Google, de esta forma los correos que envíes a los destinatarios que te tengan en su libreta de direcciones nunca terminarán marcados como SPAM.
Otra forma es crear filtros personalizados en Google. Esta otra opción se utiliza para casos más generales, como puede ser, evitar que todos los correos de un dominio concreto no sean etiquetados como SPAM. La manera de crear un filtro es la siguiente:
1. Accedemos a nuestra cuenta de Gmail, y comprobamos que el correo ha ido directamente a la carpeta SPAM.
2. Para evitar que esto ocurra de nuevo, nos dirigimos arriba a la derecha a la rueda dentada, hacemos click y en el desplegable seleccionamos Ver todos los ajustes.
3. Al acceder, se abrirá la pestaña General. Desde allí pulsamos en la pestaña Filtros y direcciones bloqueadas.
4. Una vez nos hayamos situado en la sección de filtros, pulsamos en Crear un filtro. En la siguiente ventana podemos especificar una cuenta de correo, o bien todo un dominio a establecer en lista blanca. En este caso indicamos linube.com para poner en lista blanca todo el dominio y luego hacemos clic en Crear filtro.
5. Pasamos al siguiente paso y marcamos la opción No marcar nunca como SPAM, y de nuevo seleccionamos crear filtro.
Hecho esto, todos los correos procedentes de la dirección indicada se entregarán a la bandeja de entrada y no en la carpeta de SPAM.