Cuando se lanzó Symfony 4.0, SensioLabs afirmó que se trataba de la mejor versión del framework, con la llegada de Symfony 5 parece que esa versión podía mejorarse aún más. Porque, entre otras cosas, la última versión de Symfony incluye mejoras y solución de errores presentes en la anterior versión.
Si bien Symfony 5 es la versión estable más reciente, lo cierto es que junto a ella se liberó también Symfony 4.4. La razón de esta doble publicación no es otra que reemplazar la versión LTS dejando atrás la obsoleta 3.4; por aquello de la falta de actualización y como forma de evitar exponer a vulnerabilidades el código menos reciente.
Aunque ambas versiones son prácticamente iguales, exceptuando el hecho de que Symfony 5 no continua con todas las funcionalidades marcadas como obsoletas en la versión 4.4, esta estrategia permite al equipo de Symfony mantener dos versiones a la vez. Por un lado, pueden continuar desarrollando y mejorando Symfony 5; a la misma vez que ofrecen compatibilidad y mantenimiento de seguridad en las versiones menos recientes. De esta forma, los nuevos proyectos pueden iniciarse directamente en Symfony 5; mientras que hasta que aquellos que estén en Symfony 4.4 podrán disponer del tiempo necesario hasta que se actualicen por completo a la última versión estable del framework.
Puesto que toda actualización lleva consigo una mejora de las funcionalidades y la solución de errores o problemas de seguridad, Symfony 5 no iba a ser menos. Así, en la última versión de Symfony destaca:
Es cierto que Symfony 5 no trae consigo tantas novedades como las de Symfony 4, pero es de gran ayuda a la hora de hacer más robusto el código que se crea. Algo que demuestra el compromiso del equipo de Symfony a la hora de ayudar a crear un ecosistema más funcional y seguro.
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