Cada vez son menos las compañías que no tienen presencia online. Que internet es el presente (que ya no futuro) de cualquier negocio, no es ninguna novedad. Seguramente pertenezcas a esa mayoría de empresas que se encuentran en la red y conozcas los SLA, los certificados SSL o el funcionamiento del panel de control Plesk. Incluso es probable que en los años que lleves operando hayas cambiado al menos una vez de proveedor de alojamiento. O, por el contrario, también puede ser que simplemente no tengas muchas idea o que estés buscando el primer alojamiento a tu nuevo sitio web.
Si tu caso es alguno de estos, lo más normal es que estés comparando entre diferentes proveedores de alojamiento web para dar con el que mejor se adapte a tus necesidades. En esta búsqueda, tendrás que considerar factores como el precio, el lugar en el que se ubican los servidores, el tipo de alojamiento: servidores físicos o cloud computing o los discos utilizados. Sin olvidar si incluye, o no, servicios adicionales como la realización de copias de seguridad.
Entre tanta información seguramente haya una palabra que no deje de repetirse en las características de los diferentes proveedores: SLA. Algo que si no estás familiarizado con el mundo del hosting lo más seguro es que no sepas qué es. Y, por ello, puede que no sea uno de los factores que te hagan decidirte por una u otra empresa. Lo que puede suponer un gran error. Prestarle atención a estas siglas puede ahorrarte algún que otro problema en el futuro.
SLA son las siglas de service level agreement, o acuerdo de nivel de servicio. Un documento escrito entre el proveedor del alojamiento y el cliente en el que se establecen los términos y condiciones de un servicio informático. Y, además, constituyen una de las formas más objetivas de poder medir el servicio prestado.
Generalmente en el SLA se habla de la disponibilidad (tiempo que el servicio está disponible en internet) y de sus tiempos de respuesta. Pero también se especifica en qué casos, y en cuáles no, la compañía se hace cargo de las caídas del servidor. O cómo se verá recompensada la falta de calidad del servicio ofrecido. Un aspecto muy importante si el proveedor por el que nos decantamos acaba sufriendo problemas que supongan caídas del servidor.
Teniendo esto en cuenta, es innegable que prestar atención a los SLA es imprescindible a la hora de contratar cualquier servicio de alojamiento en internet. De esta forma, nos aseguraremos de que la opción elegida sea la más adecuada. Tomar una decisión así por aspectos puramente económicos no suele ser la mejor opción.
¿Tienes cualquier duda al respecto? o ¿ya te has decidido por un plan de hosting que se adapte a tus necesidades? En Linube estamos siempre a tu completa disposición.
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