Secure SHell (SSH), o intérprete de órdenes seguro, es un protocolo para acceder de forma remota a un servidor privado. Además, da nombre al programa que permite su implementación. El protocolo SSH o Secure SHell es un protocolo que posibilita el acceso y la administración de un servidor a través de una puerta trasera (backdoor). Y, a diferencia de otros protocolos como HTTP o FTP, SSH establece conexiones seguras entre los dos sistemas. Esto se produce recurriendo a la llamada arquitectura cliente/servidor.
Como ya ocurriera con el protocolo TCP, SSH nació para sustituir a otros protocolos. Por su antigüedad, estos protocolos resultaban inseguros para la conexión o el intercambio de datos en internet. En este sentido, el antecedente de SSH es Telnet (Teleccomunication Network). Un protocolo de red en modo terminal para acceder a una máquina remota desarrollado en 1969. En aquellos años en los que el uso de internet se limitaba a Instituciones Académicas y a los Gobiernos. La diferencia entre ambos es que SSH añade seguridad mediante cifrado. En cambio, con Telnet toda la información viaja por internet en forma de texto plano haciéndola fácilmente accesible a cualquier hacker.
Accediendo a un servidor remoto a través del protocolo SSH los riesgos de seguridad se reducen considerablemente. Tanto en el caso del cliente como del propio sistema la seguridad se mejora gracias a la encriptación; Secure SHell se encarga de encriptar todas las sesiones. Así, resulta imposible que alguien pueda acceder a las contraseñas, los datos de acceso del cliente o a lo que éste haya escrito. Cuando se produce una conexión mediante el protocolo Secure SHell, el usuario remoto es autentificado por el sistema. A continuación, se procede a la transferencia de la información desde el cliente del host y devolver los datos al cliente.
En sus inicios, el protocolo SSH era libre. Pero entre 1995 y 1999 su licencia fue cambiando hasta que Red Hat Enterprise creó la segunda versión del protocolo Secure SHell: OpenSSH. Esta segunda versión del protocolo solucionaba la vulnerabilidad a un agujero de seguridad presente en la primera versión mediante un intercambio de claves. Aun así, OpenSSH permite la conexión SSH a través de la primera versión del protocolo.
Además del ya mencionado cifrado de los datos que aporta Secure SHell, el uso del protocolo permite que el cliente pueda verificar en cualquier momento si está conectándose al mismo servidor en cada uno de sus accesos. El nivel de encriptación utilizado por el protocolo SSH es de 128 bits. Un cifrado muy potente que hace que cualquier información, enviada o recibida, que se intercepte sea extremadamente difícil de leer y descifrar. De la misma manera, permite a los usuarios acceder a un servidor de forma remota además de reenviar todo tipo de aplicaciones X11, proporcionando una forma segura para utilizar aplicaciones gráficas.
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