Como ya hemos mencionado otras veces el funcionamiento de ‘internet’ se basa en protocolos. Una serie de reglas que permiten la comunicación entre dos o más sistemas de forma que sean capaces de transmitir la información necesaria. Para que esta transmisión se produzca deben darse una serie de compatibilidades, como la forma de comunicación de los datos y también la manera en la que se procesará esa información. Entre esa serie de normas que rigen el funcionamiento de la red de redes se encuentra el protocolo RIP.
RIP, Routing Information Protocol, es un protocolo utilizado por los routers para intercambiar información sobre las direcciones IP de cada uno de ellos. El protocolo RIP se basa en el número de ‘saltos’ que tienen que dar los paquetes IP para llegar desde un origen a su destino. Para averiguar cuál es la distancia entre ambas partes se recurre siempre a la ruta más corta; principalmente porque RIP solo admite un máximo de 15 saltos. Aunque el hecho de recurrir a la ruta más corta no quiere decir que esta sea la más cercana. Esto se debe a que RIP solo busca según la distancia de saltos y no la distancia ‘física’ entre el destino y el origen de la ruta. El salto 16 ya se considera como una ruta inalcanzable y, por tanto, se interrumpe el intento de conexión.
Desde junio de 1998 cuando se definió en la RFC 1058 por primera vez, el protocolo RIP solo ha tenido tres versiones. RIPv1, la primera definición considerada a día de hoy como vulnerable al no permitir la autenticación de los mensajes que se envían a través de UDP. RIPv2, la segunda versión que supera las limitaciones de su antecesora y que es desde 1998 el estándar actual. RIPv2 incluye autenticación mediante contraseña o contraseña codificada. Finalmente, en el RFC 2080 de 1997 se publica RIPng, la versión del protocolo RIP para IPv6.
Al igual que ocurre con otros protocolos que prácticamente se mantienen tal y como se definieron hace unas décadas, el protocolo RIP aunque veterano sigue siendo muy utilizado. Su facilidad de configuración y el hecho de ser un protocolo abierto hacen que RIP sea compatible con la mayoría de los dispositivos y soportado por prácticamente todos los fabricantes. Esto hace que, pese a ser menos conocido que otros protocolos, sea de los más utilizados.
En el otro extremo, el protocolo RIP no es válido para todo tipo de infraestructuras. Pese a que RIPv2 se creó para solventar los problemas de la anterior versión, se mantuvo la limitación de 15 saltos. Esto hace que solo pueda utilizarse en redes pequeñas. De utilizarse en redes de gran tamaño la mayoría de las conexiones no podrían realizarse.
A pesar de sus limitaciones tanto técnicas como de métrica, la gran adopción del protocolo RIP es su gran aliado para no desaparecer.
Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar la navegación y obtener datos estadísticos sobre las visitas obtenidas.
Leer más