A medida que los proyectos van creciendo es muy probable que los recursos iniciales que se contrataron no sean suficientes para garantizar el correcto funcionamiento del servidor y de los sitios web que se alojan en él. En función de las características de cada proyecto web es probable que lo recomendable sea aumentar proporcionalmente los recursos del servidor cloud escalando a un plan superior, pero también es posible que solo se necesite ampliar uno de los recursos, por ejemplo, el espacio en disco del servidor cloud. En estos casos lo más recomendable es optar por otro tipo de almacenamiento: NAS y SAN. Dos soluciones de almacenamiento en red que ayudan a almacenar la información de una forma segura ante cualquier imprevisto y que con mucha frecuencia tienden a confundirse.
NAS (Network Attached Storage) es una forma de almacenamiento que está conectada a la red de una empresa y que suele considerarse parte del propio servidor. Para ello es posible acceder a través de NFS (sistema de archivos de red), CIFS o FTP, aunque también puede hacerse a través de HTTP.
Ideal para empresas pequeñas, optar por un almacenamiento NAS es una opción que no supone un gran desembolso económico. Por un precio reducido al mes es posible contar con mayor espacio en el que almacenar bases de datos y copias de seguridad en un almacenamiento NAS que destaca su disponibilidad; ya que este espacio se integra en la red de forma que siempre estará a disposición de los usuarios, servicios o dispositivos que quieran utilizarlo.
Optar por un almacenamiento NAS es una buena opción para albergar archivos que se solicitan con frecuencia en un entorno virtualizado. Además de ser escalable, NAS permite gestionar con rapidez un gran número de archivos. De esta forma, se puede disponer de una mayor capacidad de espacio en disco en el servidor sin necesidad de pagar más por otros recursos que pueden no ser necesarios; como el aumento de RAM o más procesadores.
Las redes de área de almacenamiento SAN (Storage Area Network) son una forma de añadir un espacio extra al disco de un servidor o un conjunto de servidores con alto rendimiento. A diferencia de NAS, un almacenamiento SAN actúa como si formara parte de los componentes físicos del servidor, por lo que actúa en local. Por ello, son la solución perfecta para alojar bases de datos empresariales o de páginas web o tiendas online con un gran tráfico.
Al actuar como un almacenamiento ‘dentro del servidor’, cualquiera de los servidores cliente pueden leer y escribir sobre él, algo que no es posible en NAS. De esta forma se reducen los tiempos de respuesta y, además, se evita un consumo excesivo de ancho de banda; ya que no la información no tiene que salir del servidor y el acceso a los datos es instantáneo. Todo esto permite configurar máquinas muy potentes que permitan escalar sin límites la capacidad de una red.
NAS y SAN son soluciones de almacenamiento complementarias pero que generalmente rivalizan entre sí. No todas las empresas pueden permitirse contar con las dos formas de almacenamiento y, para que decantarse por una u otra sea más sencillo, estas son sus principales diferencias:
Como en muchos otros servicios, como un VPS o un cloud, la elección de una solución de almacenamiento u otra está relacionada con el tipo de proyecto y sus necesidades.
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