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¿Cuál es tu huella de carbono digital?

Se habla mucho sobre nuestra huella digital, todo aquello que hacemos en internet y que de alguna manera sirve para realizar un perfil de cada uno de nosotros. De lo que no se está hablando tanto, o no aún, es de la huella de carbono digital. El cómo afecta al medio ambiente todas las acciones que realizamos en internet.

Nuestra huella de carbono digital

Todo lo que se hace en internet tiene algún tipo de consecuencia en el medio ambiente. Ya sea el envío de un correo, escuchar música o ver vídeos, almacenar archivos en la nube… producen, además de una serie de gastos propios y también los servidores que se encargan de gestionar o almacenar esos datos. Aunque individualmente apenas se consume energía, si tenemos en cuenta la cantidad de usuarios que existen en internet, la cifra se dispara y también la huella de carbono digital. Más aún si tenemos en cuenta que es bastante habitual tener varias cuentas de correo o muchos usuarios en diferentes sitios web.

Mediante este indicador, la huella de carbono digital, se calculan las emisiones de efecto invernadero que generan los servicios, productos, empresas o usuarios en un medio digital; es decir, a través del uso de tecnologías digitales. Una forma de medir las emisiones generadas a la atmosfera por cada una de las acciones que realizamos en internet y cómo influyen en el llamado efecto invernadero. Y, con ello, cuál es su efecto en el cambio climático. Si bien la mayoría de este gasto energético proviene de los centros de datos, cada acción que realizamos provoca una petición a un servidor, que desemboca en una cadena de datos que permite obtener la información que buscábamos.

¿Cómo podemos reducir este consumo energético?

Se considera que el empleo de internet consume alrededor de un 7% de la energía, lo que significa que es uno de los principales agentes de contaminación mundial. Además, si tenemos en cuenta que el uso de internet es algo que, lejos de parar o estancarse, seguirá creciendo con los nuevos tipos de productos digitales. Por ello, algunas de las grandes empresas están comenzando a aplicar medidas que garanticen la eficiencia energética; de forma que sea posible reducir el gasto energético y reducir en la medida de lo posible el nivel de contaminación.

Aunque la solución no está en manos del usuario medio, sí puedes llevar a cabo algunas sencillas acciones que permitan ser más responsables con el medio ambiente. Cosas tan simples como enviar menos correos, eliminar emails antiguos o reducir el peso de los archivos que envías pueden contribuir a reducir la huella de carbono digital. Si además evitas tener abiertas pestañas o aplicaciones que no necesitas o desactivas algunas notificaciones, estarás poniendo un granito de arena más grande. Sustituir el streaming por las descargas legales de contenido o reducir el ruido que posteas en tus redes sociales, también pueden ser buenas alternativas para el medio ambiente. Pero sin duda la mejor será desconectar un rato de tanto internet, así no solo gana el medio ambiente; sino que tú también saldrás beneficiado de un ratito de desconexión digital.

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