¿Utilizas contraseñas seguras en tus cuentas?
A pesar de ser el método de autenticación más antiguo en informática, las contraseñas siguen siendo la opción preferida para registrarse e iniciar sesión en diferentes servicios. La aparición de sistemas de reconocimiento facial o por voz, la huella dactilar o los patrones no han conseguido bajar del podio a las claves de acceso. Pero, en un tiempo en el que nuestra información más sensible se almacena en internet, es más importante que nunca recurrir a contraseñas seguras.
Es muy común que cuando nos damos de alta en un nuevo servicio web dudemos entre establecer una contraseña fácil de recordar o una más compleja. Si bien las claves fáciles de recordar suelen ser extremadamente inseguras, las contraseñas seguras suelen ser más difíciles de memorizar. Y, precisamente por ello, son siempre la opción más adecuada. Si a nosotros nos resultan difíciles, para quien intente adivinarla será mucho más complejo.
Lo que no se debe hacer
Como queremos evitar que nadie pueda acceder a tus datos o consiga descifrar tu clave de acceso, te contamos todo lo que no tienes para crear una contraseña.
No reutilices contraseñas. La tentación más común, porque es mucho más sencillo recordar una única contraseña, que tener que memorizar muchas. Pero piensa que, si alguien consigue adivinar tu contraseña, lo más lógico sería probarla en otros servicios y ver si hay suerte. Y si es tu caso, el hacker habrá tenido suerte, tú no tanta.
- Evita las palabras genéricas. Generalmente, todos los programas creados para descifrar contraseñas suelen contar con diccionarios en diferentes idiomas. Así que utilizar como contraseña cualquier palabra del diccionario, o una combinación de ellas, no es muy buena idea.
- No recurras a información personal. Utilizar información personal para la contraseña suele ser otro de los errores más habituales. Una contraseña compuesta por datos con los que se nos puede relacionar fácilmente tiene muchas papeletas para ser descubierta con demasiada facilidad.
- Sustituir letras por números. Aunque pueda parecer una técnica supersegura (y casi de hacker), una máquina tardaría segundos en descifrar una contraseña en la que algunos caracteres de la palabra han sido sustituidos por números.
- No compartas tu contraseña. Ni en papel ni en formato digital, ya que nunca sabes dónde puede acabar o quién puede verla. Las contraseñas, para ser seguras, deben ser secretas.
- Desactiva la opción de recordar contraseña del navegador. Una funcionalidad pensada para no tener que introducir la contraseña cada vez que quieres acceder, pero que puede exponerte. Especialmente si compartes equipo con más usuarios, esta opción podría hacer que tuviera acceso a tus perfiles.
Cómo crear contraseñas seguras
Es evidente que ninguna contraseña es infalible, pero cuanto más empeño pongamos en crear una contraseña segura más difícil será que cualquier programa consiga descifrarla y acceder a nuestra información. Así que te recomendamos seguir alguno de estos métodos para añadir seguridad a tus claves de acceso.
- Longitud de al menos 12 caracteres. Cuanto más larga, más segura será la contraseña. El mínimo, para ser más difícil de descifrar, es de 12 caracteres, pero si tiene una extensión mayor mucho mejor.
- Combina números, símbolos, mayúsculas y minúsculas. Una contraseña que combine símbolos, números y letras sin ningún sentido reúne las condiciones necesarias para ser considerada como contraseña segura.
- Palabras sin conexión. También puedes optar por combinar varias palabras que no tengan nada que ver. De esta forma, además de obtener una contraseña larga, no habrá lógica que las una y, por tanto, una máquina lo tendrá muy difícil para dar con la combinación exacta.
- Activa la verificación en dos pasos. Esta medida de seguridad adicional permite que, aunque la contraseña sea descubierta, sea necesaria otra clave que se enviará a un dispositivo al que solo tú tienes acceso.
- Las preguntas de seguridad también pueden ser contraseñas. Aunque su objetivo es ayudarte a recuperar tu contraseña, puedes utilizarlas como claves de acceso. De esta forma, poniendo como respuesta algo que no encaje con la pregunta, evitarás que alguien que te conozca y sepa la respuesta a la pregunta pueda restablecer la contraseña.
- El método Diceware. Lanzando cinco veces un dado de seis caras y sustituyendo los números por su equivalente en la lista Diceware obtendrás una contraseña totalmente aleatoria.
Si sigues todas nuestras recomendaciones, es posible que te esté cundiendo el pánico con tanta contraseña (y tan difíciles de memorizar). Para ello dispones de gestores de contraseñas que se encargarán de recordar por ti todas tus contraseñas seguras; y para los que solo necesitarás recordar el password del gestor.
Nuestra ciberseguridad es un asunto muy importante, sobre todo si tenemos en cuenta que realizamos pagos y compartimos información sensible a través de la red. Además, la sofisticación de los hackeos hace que tengamos que ser especialmente cuidadosos. Por ello, lo más recomendable es cambiar tus claves de acceso cada seis meses. Usando cualquiera de las técnicas o herramientas, como el gestor de contraseñas, tener nuevas contraseñas seguras es muy fácil. Y sin que sea necesario recordarlas todas a la vez.