¿Quién iba a pensar, tan solo hace una década, que los dispositivos móviles iban a estar tan presentes en nuestras vidas e iban a gobernar tantos aspectos de nuestra vida cotidiana? O, quién se iba a imaginar que un aparato iba a modificar con tanto ímpetu algunas de nuestras costumbres? Sí, no podemos negarlo, las apps, tanto nativas como web apps, han supuesto una revolución que va mucho más allá de la informática.
Ya no se espera con la misma impaciencia que se hacía antes, no hace tanto. Ahora todo el mundo puede saber donde está la persona con la que ha quedado para pasar la tarde. Incluso puede saber lo que tardará en llegar el tren que espera, el tiempo que tardará en diluirse o semidiluirse la caravana de tráfico en la que se encuentra atrapado o cualquier otro asunto que haga que llegue con retraso.
En muy poco tiempo el sentido de la inmediatez se ha hiperdesarrollado. Todo lo queremos ahora y lo queremos ya. Parece ser que ya no se visitan las tiendas para saber si tienen en stock la silla de la colección de nombre inefable o el último modelo de pantalones vaqueros. Tampoco se espera hasta llegar a casa para resolver una consulta a través de Internet o del Espasa. Es decir, aquel diccionario enciclopédico que utilizábamos antes de que irrumpiera en nuestras vidas la maravillosa Wikipedia.
Existen otras maneras de compartir conocimiento, de informarse, o de sentirse partícipe de una comunidad. Las nuevas tecnologías irrumpen en “los tiempos de ocio” y “los tiempos ociosos” mostrando un número inmenso de posibilidades. Es fácil encontrarse a gente que durante los tiempos muertos de espera entre andén y andén, o en la antesala del médico, o en la cola de la panadería se conecta a las redes sociales o gente que comparte sus opiniones en ellas mientras camina en una manifestación, ve la televisión o lee el periódico.
Resumiendo, en Linube hemos elaborado una lista con lo que consideramos los usos más comunes para los que se ha estandarizado la utilización de apps:
Hay apps sorprendentes y cada vez son más los que destinan su capacidad de ingenio a ofrecer soluciones específicas. Por ejemplo, ahora que en verano el sol “atiza con más rabia”, se puede medir la radiación ultravioleta con Screenshots. No obstante, este es un nuevo mundo que acaba de descubrirse y en el que existe mucho por explorar.
¿Cuál será el futuro de las aplicaciones móviles?
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