Son muchas las ocasiones en las que nos hemos encontrado en nuestra bandeja de entrada con correos electrónicos enviados desde una dirección de correo que a simple vista parece de confianza. Pero, cuando lo abrimos, nos damos cuenta de que el remitente del email ha sido falsificado. En otras ocasiones es posible que estemos a la espera de recibir un mensaje de tipo urgente; y aunque se supone que ya nos lo han enviado, el correo electrónico llega a nuestro buzón cuatro horas más tarde. O simplemente puede ser que estemos interesados en saber el motivo por el que nuestros mensajes se marcan como spam y poder ponerle solución al envío de correos a nuestros clientes. Para todos estos asuntos sirven las cabeceras de correo.
Todas las pistas que necesitamos para conseguir averiguar qué es lo que está sucediendo con nuestros correos electrónicos, se encuentran en los registros o logs de los servidores de correo. Unos registros a los que solo podrán acceder los administradores de las cuentas de correo. Pero esta información también puede obtenerse en las cabeceras de los emails, a las que se accede a través del cliente de correo que utilicemos.
Las cabeceras de correo contienen diversos tipos de información. Por un lado, desde las cabeceras de correo se proporcionan todos los datos relativos al emisor y al receptor de cada uno de los correos electrónicos que hayamos enviado o recibido. Por otro lado, las cabeceras de correo también permiten conocer la trayectoria que ha seguido el email y nos muestran los diferentes servidores por los que el correo ha ido pasando desde que el emisor ha pulsado el botón de enviar hasta que ha entrado en nuestra bandeja.
Aproximadamente cada correo electrónico pasa por un mínimo de cuatro servidores diferentes. Y es que el viaje de un email no se limita a enviar y recibir, suceden más cosas que podemos consultar en las cabeceras de correo. En ellas encontrarás, además, más información valiosa; desde conocer el formato del correo electrónico, hasta el cliente de correo que el emisor ha utilizado para su envío. Además de, por ejemplo, poder saber si proviene o no de una cuenta de correo corporativo.
A simple vista, por toda la información que contienen, las cabeceras de correo pueden parecer difíciles de interpretar. Para hacernos la tarea más sencilla existen herramientas como MessageHeader. Esta herramienta te ayudará a entender todo lo que ha ocurrido con cada uno de tus correos electrónicos. También ayuda de una forma sencilla a entender toda la información que se encuentra en una cabecera de correo. Lo único que tienes que hacer es copiar y pegar el contenido de la cabecera de correo original.
¿Quieres obtener más información acerca de los emails que recibes? ¿sospechas que ocurre algo con tus correos electrónicos? En las cabeceras de correo está la clave. Si deseas profundizar más, dispones de información adicional en nuestra sección de ayuda.
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